¿Se ha quedado Dios sin trabajo?
"Parece que Dios se ha quedado sin empleo" comenta Ericksen cuando analiza cómo las ciencias han avanzado en los últimos siglos, como podemos encontrar explicaciones a muchos fenómenos sin recurrir al dios tapa agujeros. La humanidad se ha hecho mayor, ya no cree en cuentos, fantasías, etc... ya no hace falta un dios que nos tape las brechas de nuestra falta de conocimiento. Dios antes era la explicación recurrente a cualquier fenómeno incomprensible... sin embargo ¿No han aumentado los conocimientos de la humanidad? La física, la química, la psicología, la medicina, pueden llegar a hacer cosas que parecen dejar obsoleto el trabajo de Dios.
¿Es que Dios tiene que renovar su Curriculum? ¿Pero es que no existe otro ámbito en el que Dios siga siendo necesario? ¿Por qué debe ser necesario?
No es solo que la humanidad haya hecho intrusismo laboral, sino que además le tenemos una especie de “manía persecutoria”, le echamos de su trabajo y encima decimos ¿Por qué permites que sucedan cosas malas?
Dios no se ha quedado sin trabajo, sigue siendo necesario en todos esos ámbitos, nosotros no podemos comprobar como algo llegó a ser lo que es, aunque podemos conocer el mecanismo de la naturaleza, no comprendemos los por qué, nuestras herramientas solo nos permiten conocer el “cómo” de la cuestión.
Además, parece que Dios es nuestro mayordomo, nuestro mecánico, nuestro aparcacoches, nuestro supermercado personal… pero si Dios es Dios debe ser Dios. ¿Que quiero decir? Si realmente hay un Dios y ha hecho lo que dice que ha hecho merece ser adorado. ¿Cual es el verdadero trabajo de Dios? ¿Es su principal función sanar? No¡ él es creador y provocador de cada uno de los aspectos de la naturaleza que conocemos, y en todo el proceso ha mantenido un acercamiento amoroso y personal con su creación.
Dios no es nuestro médico personal, aunque pueda sanarnos y en muchas ocasiones lo haga, pero su empleo no es ese, su empleo es ser Dios, ser adorado, ser glorificado y no por imposición categórica de un dictador (que podría, porque el poder lo tiene), sino porque su misericordia y su amor es igual de elevado que su poder.
No quiero extenderme mucho más, solo añadir que tenemos una especie de necesidad insana de utilitarismo, de considerar que algo es bueno si es útil, algo es necesario y cierto en su utilidad.
Dios es bueno, porque es parte de su ser, ¿Debe sernos útil? ¿debemos amarle solo por su utilidad?
En estos casos es como en la relación materno-filial. Las buenas madres actúan como taxistas, supermercados y médicos personales. ¿amo a mi madre por esto? ¿Le amo porque me es útil? Quizás esto pueda influir, pero es el carácter intrínseco de cargar conmigo, de darme vida y además asegurarse que hoy pueda escribir estas palabras, es su perseverancia conmigo a pesar de mis fallos que amo a mi madre. Y seguirá siendo mi madre aunque dentro de unos años ya no haga estas cosas. Yo ya tengo coche, me cocino y voy al médico por mi mismo, pero sigo amando a mi madre, y es mi heroína personal.
Quizás ya no necesito el concepto de Dios para comprender la lluvia, o para intentar curar una enfermedad, quizás la humanidad ya es mayor de edad… sin embargo, Dios no trabaja para mi, Dios es mi padre, y siempre seguirá siéndolo.
Referencias:
M. Erickson.(2008) Teología sistemática. Colección Teológica Contemporánea. Ed. Clie p.125
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